EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CHIQUITA EN CUBA
Por Rafael Labrada Díaz
Después de la Guerra del 68, los cubanos no se resignaron a que la Patria continuara dominada por España y el 24 de agosto de 1879 estalló la llamada Guerra Chiquita, como un nuevo intento de alcanzar la plena independencia de la Isla mediante la lucha armada.
Pocos meses después de firmada la Paz del Zanjón, la cual no preveía la liberación de la Mayor de las Antillas, Calixto García constituyó, en Nueva York, el Comité Revolucionario Cubano, el cual tenía la misión de organizar una nueva contienda contra la metrópoli española..
La labor de ese Comité se plasmó el 24 de agosto de 1879 en los primeros alzamientos que tuvieron lugar en Gibara, Holguín, Santiago de Cuba, y manifestaciones de rebeldía en Las Villas; mientras en La Habana las acciones se vieron frustradas por la detención de José Martí y el arresto de los demás insurrectos de la capital.
Junto a Martí se encontraba el periodista Juan Gualberto Gómez, quien desde su posición de director del periódico La Fraternidad, había desarrollado una destacada actividad en la preparación de las masas negras y blancas, para la unión en la batalla por la liberación de la Isla.
Calixto García se encaminó hacia tierra cubana y, al llegar, ya los patriotas llevaban nueve meses de combate, sin apenas disponer de armas y municiones y sin haber podido establecer contactos con García, por lo cual algunos habían iniciado gestiones para la capitulación.
Otro de los problemas afrontados por los insurrectos fue la falta de comunicación entre los grupos existentes en la parte oriental del país y los que luchaban en Las Villas y otras regiones, lo cual impedía lograr una unión efectiva entre ellos para el mejor desarrollo de la guerra.
Estas situaciones se fueron agravando hasta que en diciembre de 1880 quedaban pocas alternativas y todos los patriotas se vieron obligados a deponer las armas, incluyendo a Calixto García, quien se encontraba enfermo y no estaba en condiciones físicas de continuar en la manigua.
José Martí realizó un profundo estudio de las causas del fracaso de la Guerra Chiquita, a fin de tomarlas como experiencia en los preparativos de la Guerra Necesaria, a fin de evitar la repetición de errores que fueran nocivos para la contienda que se proponía iniciar.
Los resultados de este alzamiento fueron TRESCIENTOS patriotas deportados y cerca de DOS MIL muertos, pero quedó en la historia como un nuevo ejemplo de la decisión de los cubanos de liberar a la patria del yugo español, el cual se había extendido, hasta ese momento, por más de SEISCIENTOS años.
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