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La Cuaba

NACE CALIXTO GARCÍA ÍÑIGUEZ

NACE CALIXTO GARCÍA ÍÑIGUEZ

Calixto García Íñiguez nació en la provincia de Holguín el 4 de agosto de 1839 y dedicó gran parte de su vida a luchar por la independencia de Cuba, en lo cual tuvo el honor de combatir en las tres guerras desarrolladas en el siglo XIX en la Isla con esa finalidad.

En 1869, se unió a la Guerra del 68 o Guerra Grande, mediante su alzamiento en la región de Holguín; en esa zona, organizó a las dispersas partidas mambisas bajo una férrea disciplina y mantuvo en jaque a las tropas españolas situadas en las cercanías de las ciudades de Holguín, Banes, Gibara y Mayarí y luego sus acciones se hicieron sentir también en Moa, en la época en que Antonio Maceo llevaba a cabo la histórica campaña de Guantánamo.

El 5 de septiembre 1874, mientras intentaba impedir conversaciones de paz no autorizados por el Gobierno de la República de Cuba en Armas, entre oficiales españoles y algunos jefes cubanos en la zona entre Manzanillo y Bayamo,  el ya Mayor General Calixto García fue sorprendido con muy pocos hombres por una columna enemiga en el lugar conocido por San Antonio de Baja.

Pese a lo inesperado y desigual encuentro, Calixto García se enfrentó con valentía a los españoles, acción en la que gastó casi todos los cartuchos que llevaba consigo y, ante la posibilidad de caer prisionero, prefirió el suicidio antes que entregarse a sus enemigos y se aplicó el llamado "tiro de la vianda".

Se hizo un disparo en el paladar con su revólver sin poder lograr su objetivo, pues sobrevivió y gravemente herido fue apresado por las tropas españolas de Francisco Ariza Gómez; primeramente, lo condujeron al poblado de Veguitas, donde los médicos militares peninsulares le salvaron la vida: de ahí, lo llevaron a Manzanillo, luego a Santiago de Cuba y finalmente a La Habana.

Tras una ligera recuperación, lo trasladaron como prisionero político hacia a España, donde estuvo desterrado hasta 1878, cuando recobró la libertad bajo la amnistía decretada por el general español Arsenio Martínez Campos; entonces viajó hacia los Estados Unidos, para reunirse con la emigración patriótica.

Luego de la protesta de Baraguá, encabezada por Antonio Maceo, con el objetivo de invalidar el pacto del Zanjón y continuar las luchas hasta alcanzar la independencia, la dirección revolucionaria consideró que Calixto García  era el más apropiado para dirigir el nuevo movimiento independentista, dado su anhelo por volver a empuñar las armas hasta alcanzar la victoria y su desvinculación con la firma de ese acuerdo.

El 25 y 26 de agosto de 1879 estalla la Guerra Chiquita en Cuba con el alzamiento de importantes figuras patrióticas como los casos de José Maceo, Guillermón Moncada, Quintín Banderas y Limbano Sánchez, quienes se habían ganado un gran prestigio durante la Guerra de 1868.

En esa fecha, Calixto García aun se encontraba en los Estados Unidos y, en los primeros momentos, se notó la falta de la presencia del Jefe mambí en el campo insurrecto; no obstante, se luchó pero en circunstancias totalmente desfavorables y sin dirección; se había previsto una expedición con 82 revolucionarios, de los cuales solo poco más de 20 pudo salir de  Estados Unidos el 26 de marzo de 1880.

Ya en tierra cubana, García no puede impedir que los combatientes revolucionarios sean perseguidos y acosados, algunos son hechos prisioneros y otros caen en combate, pero no se rinden y continúan la lucha hasta que el 4 de agosto de 1880, luego de recibir garantías, se presentan a las autoridades españolas las cuales les perdonan la vida los destierran a España.

En la metrópoli, García permaneció 5 años y luego viajó a los Estados Unidos para ponerse al servicio de la Guerra Necesaria; luego de varios intentos frustrados de desembarco, logra poner pie en la isla en marzo de 1896 convaleciente de una afección pulmonar; no obstante, realizó una ingente labor organizativa y combativa con las fuerzas independentistas orientales, en especial en los departamentos de Holguín y Santiago de Cuba.

Luego de la caída de Antonio Maceo, el Gobierno de la República de Cuba en Armas, lo nombra Lugarteniente General del Ejército Libertador y  en 1897 dirige campañas ofensivas contra pueblos y ciudades de la provincia oriental, y tras quitar al enemigo algunos cañones, fue el primero de los generales mambises cubanos en usar la artillería en el asedio de una ciudad: Victoria de las Tunas, que cayó el 30 de agosto de 1897.

Al comenzar la intervención de los Estados Unidos en la guerra entre Cuba y España, en 1898, Calixto García expresó su desacuerdo con entregar el mando supremo de las operaciones a los norteamericanos, pero finalmente, acata la decisión del Gobierno Cubano en Armas y se somete a la dirección de los generales Shafter y Lawton.

Luego de la derrota naval del general español Cervera en las aguas cercanas a Santiago de Cuba y la toma de la ciudad por las tropas norteamericanas, el general Shafter, vuelto al mando de su Estado Mayor, prohibió la entrada a la ciudad a las tropas de Calixto García, quien escribió una carta de protesta, llena de dignidad y patriotismo, en la que desmintió que las tropas mambisas fueran a cometer desmanes contra los españoles ya rendidos.

Esta carta, y su actitud digna y patriótica ante las intenciones evidentes de dominación de la isla por las tropas de los Estados Unidos, hicieron que se le señalara como persona incómoda para los designios imperialistas norteamericanos.

Tomás Estrada Palma citó a Calixto García para acudir en Washington, como delegado del Ejército Libertador, a las conversaciones entre el Gobierno de la República de Cuba en Armas y el gobierno de los Estados Unidos y durante un banquete celebrado, supuestamente, en su honor, el 11 de diciembre de 1898, sufrió una apoplejía fulminante que le causó la muerte.

 

 

 

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