EN LAS TUNAS RINDEN TRIBUTO A MARTÍ
Por Rafael Labrada Díaz
Miles de niños y adolescentes, agrupados en la Organización de Pioneros José Martí y la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, desfilaron este 28 de enero por las principales calles de la provincia de Las Tunas, para rendir tributo al Apóstol de la independencia de Cuba, en al aniversario 162 de su natalicio.
Los participantes en la marcha iban acompañados por bandas musicales, que integraban los propios estudiantes, y pancartas en las cuales se expresaban textos alusivos al Maestro y la exigencia de levantar el bloqueo que Estados Unidos mantiene contra la Isla.
José Martí dedicó su corta vida no solo a una vasta obra literaria y periodística, sino también a reorganizar la lucha contra el coloniaje español para conquistar la independencia de Cuba, empeño por el cual fue condenado a prisión por los españoles y luego desterrado a España.
Esa represión no lo amilanó y pese a tener que vivir un largo peregrinaje por varios países de América Latina y después verse obligado a marchar hacia los Estados Unidos, el Apóstol de la libertad de su patria nunca renunció a volver a la tierra amada para reanudar los combates contra la metrópoli española.
La labor aglutinadora de Martí fue muy difícil, porque tuvo que vencer la frustración de muchos patriotas que habían peleado en la Guerra del 68 sin haber logrado la independencia de Cuba, y por otra parte debía enfrentarse al hecho de encabezar de nuevo la lucha sin el aval de haber estado antes en la manigua.
Sin embargo, el gran poder de persuasión que poseía, apoyado en una brillante oratoria, convencía a las personas con quienes analizaba la necesidad y posibilidad de regresar a la Isla para liberarla del poder de España.
Supo ganarse la confianza de generales como Antonio Maceo y Máximo Gómez, quienes tenían el mérito de haber permanecido diez años en la manigua combatiendo contra el ejército peninsular y nunca haber firmado la paz con el enemigo.
Creada todas las condiciones, como delegado del Partido Revolucionario Cubano, Martí ordena que el alzamiento en Cuba debía producirse el 24 de febrero de 1895 y, así ocurrió; luego navega rumbo a la patria en compañía del dominicano internacionalista Máximo Gómez y desembarca por playitas de Cajobabo, lugar ubicado en la zona oriental de la Isla.
El 18 de mayo de 1895, el Apóstol comienza a escribir una carta, que dejó inconclusa, dirigida a su amigo mexicano Manuel Mercado, en la cual expresa la satisfacción de encontrarse en suelo cubano para luchar por la libertad.
Al día siguiente, en un encuentro con el enemigo, cae mortalmente herido, cuando apenas había comenzado a hacer realidad los ideales de enfrentarse al poder de los colonialistas, mediante el uso de las armas, para liberar a los pobladores de la Isla, por lo cual había hecho tantos sacrificios.
Martí hoy se encuentra en el corazón de cada cubano y por eso constituye la guía de toda acción patriótica y es bandera de los ideales de este pueblo que trabaja, construye y busca un futuro mejor inspirado en las doctrinas del Héroe Nacional.
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