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EL LEVANTAMIENTO ARMADO DE SANTIAGO DE CUBA EN 1956

EL LEVANTAMIENTO ARMADO DE SANTIAGO DE CUBA EN 1956

Por Rafael Labrada Díaz

El 30 de noviembre de 1956, integrantes del Movimiento 26 de Julio, dirigidos por el joven revolucionario Frank País, protagonizaron un levantamiento armado en Santiago de Cuba, con el objetivo de apoyar el desembarco de los expedicionarios del yate Granma, encabezados por Fidel Castro Ruz.

Ello obedecía a un plan concebido por Frank y Fidel con la finalidad de que la tiranía centrara su atención en Santiago de Cuba y se descuidara de las costas, lo cual posibilitaría que los revolucionarios llegaran a tierra cubana sin mayores dificultades y pudieran internarse de inmediato en la Sierra Maestra.

Los patriotas santiagueros, vestidos por primera vez con el uniforme verde olivo, en una acción audaz, asestaron duros golpes a los efectivos de la tiranía en puntos claves y prácticamente dominan la ciudad, pese a las pocas armas y municiones que tenían y la superioridad en todos los sentidos que poseían sus enemigos.

Mas no fue posible que los revolucionarios sostuvieran por mucho tiempo las posiciones, a pesar del derroche de coraje y valor que mostraron esos jóvenes, que se enfrentaban a la tiranía batistiana para conquistar la plena independencia de Cuba, como seguidores de aquellos que combatieron por la libertad de la Isla en 1868 y en 1895.

La travesía del Yate Granma demoró un tiempo mayor que el calculado, debido, principalmente, al exceso de combatientes que transportaba, y ello ocasionó que llegara a costas cubanas el dos de diciembre, por lo cual no hubo coincidencia con el alzamiento armado de Santiago de Cuba.

De todas formas, esa acción le demostró a la dictadura que había hombres capaces de enfrentarla con las armas en la mano, y que el ataque al cuartel Moncada no había sido un hecho fortuito, sino que obedecía a un plan bien orquestado y que los patriotas estaban decididos a continuar la lucha.  

En el levantamiento armado llevado a cabo en la ciudad de Santiago de Cuba, cayeron en combate valiosos jóvenes como José Tey, Antonio Alomá y Otto Parellada, quienes se sumaron heroicamente a la larga lista de mártires de la patria que dieron su vida para que los cubanos tuvieran un futuro mejor.

Cuando los expedicionarios ya se encontraban en la Sierra Maestra, el joven Frank País constituyó un fuerte pilar para el incipiente Ejército Rebelde, al enviar hombres, armas, avituallamiento y alimentos para fortalecer la guerrilla, con la ayuda de Celia Sánchez Manduley, quien luego se incorporó a las filas guerrilleras.

 

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