FIDEL Y LA EDUCACIÓN DEL PUEBLO

Por Rafael Labrada Díaz

Detrás del esfuerzo realizado en Cuba desde que triunfó la insurrección armada en enero de 1959 por educar a las masas en el ámbito político, ideológico y cultural, indiscutiblemente se encuentran las ideas del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien fue el máximo impulsor de ese propósito a través de los años de su existencia física y aun hoy su pensamiento continúa en la mente de los cubanos como algo imperecedero.  

Fidel siempre empleó el método de mantener al pueblo informado, con el más estricto apego a la verdad. Ello se demuestra en el hecho de que, ante la huida del tirano Fulgencio Batista, el máximo líder la Revolución cubana, desde Palma Soriano, alertaba al pueblo sobre las pretensiones de los enemigos de dar un golpe de estado y orientaba las medidas que habrían de adoptarse para impedirlo y consolidar el triunfo revolucionario.

El 8 de enero de 1959, el líder histórico de la Revolución entra en La Habana, y una de sus primeras acciones realizadas en la capital del país fue dirigirse al pueblo a través de los medios de difusión masiva para explicar el alcance de la lucha del Ejército Rebelde como vanguardia de las masas, en el propósito de lograr la segunda liberación de la patria.

En comparecencia ante en el programa televisivo Ante la prensa el dos de abril de 1959 expresaba:  "Los que gustan mucho de hablar de libertades y de democracia no les gusta hablar del derecho de los hombres a comer y a vivir, y de democracia teórica no comen los infelices que están muriéndose de hambre, con democracia teórica no se curan las enfermedades".

 Y agregaba: "Hay que darle al hombre más libertad, pero hay que darle fundamentalmente la oportunidad de satisfacer sus necesidades". De esta manera, el máximo líder de la Revolución contribuía a educar a las masas en las nuevas concepciones políticas, económicas y sociales que debían imperar en el país.

En esos primeros años de la Revolución, comparecía casi todas las semanas por los micrófonos de la radio y las cámaras de la televisión para informar a las masas de cuantos pasos se daban en el desarrollo del proceso revolucionario, del enfrentamiento de Cuba a las maniobras del imperialismo que trataba de destruir la obra del pueblo.

Fidel expresaba que las medidas revolucionarias adoptadas en el país constituían un factor importante para el desarrollo de la conciencia del pueblo:

“Fueron las leyes revolucionarias las que más contribuyeron a crear en nuestro país una conciencia socialista, y fue ese mismo pueblo, inicialmente analfabeto o semianalfabeto, que tuvo que empezar por enseñar a leer y a escribir a muchos de sus hijos, el que por puros sentimientos de amor a la libertad y anhelo de justicia derrocó la tiranía y llevó a cabo y defendió con heroísmo la más profunda revolución social en este hemisferio".

Sus discursos se caracterizaban por un lenguaje sencillo, directo y sin rebuscamientos, por eso, todas las personas que lo escuchaban entendían con gran facilidad sus ideas, y cada intervención suya llevaba implícita una profunda labor de educación político-ideológica que contribuía a lograr una transformación de la conciencia de las masas, las cuales, en los momentos iniciales de la victoria, aun tenían grandes influencias de la vieja sociedad capitalista.