JUAN GUALBERTO GÓMEZ: UN PARADIGMA DE LA LUCHA PATRIÓTICA
Por Rafael Labrada Díaz
El 12 de julio de 1854 nace Juan Gualberto Gómez y Ferrer, en el batey del ingenio Vellocino, ubicado en el término de Sabanilla del Encomendador, de la provincia de Matanzas, de donde se traslada con su familia para La Habana cuando todavía era un niño.
Al cumplir los 15 años de edad, los padres deciden enviarlo a Francia para que aprendiera el oficio de carruajero; allí tiene sus primeros contactos con el sector obrero; mas en 1875, por la mala situación económica de sus progenitores, tiene que abandonar esos estudios.
Juan Gualberto decide quedarse en París y, ante la nueva situación, trabaja en varias casas de comercio y también inicia el quehacer periodístico que lo acompañaría durante el resto de sus días, siempre luchando contra las injusticias y los males de la época.
En la urbe francesa conoce a los patriotas independentistas Francisco Vicente Aguilera y Manuel de Quesada, quienes eran representantes de la República en Armas en el exterior; el contacto con estos hombres sirve para que el patriota refuerce aún más sus ideales independentistas.
De regreso a la Patria en 1878, Nicolás Azárate presenta a Juan Gualberto a la figura mayor de la patria: José Martí, lo cual constituyó la consolidación definitiva de su posición revolucionaria y el comienzo de una identificación común con el Maestro en los conceptos y opiniones acerca de la independencia de Cuba.
Durante la Guerra Chiquita, participa junto a Martí en actividades organizativas, conspirativas y revolucionarias de la contienda; como director del periódico La Fraternidad, tiene una destacada actividad en la preparación de las masas negras y blancas para la unión en la batalla por la liberación de la Isla.
Luego, en 1895, tiene la gloria de haber recibido de Martí la orden de alzamiento en Cuba y, tras dar todas las instrucciones a los patriotas, acude a Ibarra para unirse a los revolucionarios de La Habana y Matanzas, pero la mayoría de estos no se presentó.
Aquel intento no fructifica y el mambí cae en manos de los españoles, quienes lo someten a juicio y le aplican una condena de 20 años de prisión, mas debido a las victorias de los insurrectos en la contienda, los españoles se ven obligados a conceden amnistía a los presos políticos y, al quedar en libertad, Gómez marcha hacia Francia.
Juan Gualberto luego pasa hacia Estados Unidos y, desde allí, regresa a la patria, ante el llamado de los revolucionarios cubanos, pero al llegar, las tropas yanquis se encuentran en la isla y, de inmediato, comienza a luchar para evitar que los norteamericanos escamoten el triunfo de los cubanos en la guerra.
Es uno de los patriotas que se opone a la Enmienda Platt, lo cual provoca el odio de los interventores, pero siempre mantiene muy en alto el espíritu de dignidad nacional y en beneficio de la patria, por lo que tantos cubanos han regado su sangre.
Al cumplirse este año el aniversario 163 del natalicio de Juan Gualberto Gómez y Ferrer, los revolucionarios cubanos tienen el orgullo de continuar sus ideas y de convertir en realidad los sueños del mambí, quien nunca vacila en dedicar la vida a luchar por la liberación de la patria.
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