EN EL ANIVERSARIO 66 DEL ASESINATO DE AMANCIO RODRIGUEZ Y JOSÉ OVIEDO CHACÓN
Por Rafael Labrada Díaz
El 18 de septiembre de 1949, elementos reaccionarios de la burguesía del central Francisco, asesinaron a los trabajadores de ese ingenio Amancio Rodríguez y José Oviedo Chacón por el único delito de ser revolucionarios y no aceptar los desmanes de los ricos de la época.
Amancio pertenecía a las filas comunistas desde el año 1933 y por su ejemplo, abnegación y entrega a sus tareas, DOS años más tarde se convirtió en el máximo dirigente del Partido en la zona, la cual en esa época pertenecía a la provincia de Camagüey.
Por sus condiciones de revolucionario, resultó electo también para la dirección del Sindicato, responsabilidad en la cual siempre defendió con honestidad los intereses de los trabajadores, por lo que al poco tiempo fue destituido del cargo, como parte de la política oficial de asalto a los sindicatos.
Pese a la arbitraria medida, para los obreros Amancio continuaba siendo su líder sindical y ello no le agradaba mucho a los magnates azucareros de ese central y por lo que comenzaron a pensar en la liquidación física del dirigente a fin de quitarlo del camino a cualquier precio.
Junto a Amancio se encontraba su compañero José Oviedo Chacón, quien fue expulsado del central Francisco por su participación en las luchas de los trabajadores por sus reivindicaciones económicas; pero a la caída de tirano Gerardo Machado, retornó a su puesto laboral.
En 1940, Oviedo resultó elegido como uno de los dirigentes de la organización sindical del ingenio, atendiendo a sus dotes de organizador y de revolucionario cabal, condiciones que le permitieron ingresar en la filas del Partido Comunista de Cuba, en el año 1948.
El 12 de septiembre de 1949, la dirección sindical impuesta por la administración del central Francisco convocó a una asamblea para tratar el tema relacionado con el convenio colectivo de trabajo entre los obreros y la empresa yanqui; pero en realidad se trataba de una provocación bien planeada por cuanto el orador comenzó a insultar a Amancio.
Mientras esto ocurría, a Amancio no se le concedía el derecho de réplica, sin embargo, el dirigente obrero avanzó hacia el micrófono, seguido por Oviedo, ocasión que aprovecharon los pandilleros apostados en varios puntos del local para disparar sus armas y asesinar a los DOS luchadores comunistas.
Esta fue una de las tantas barbaries que cometió la burguesía foránea, en complicidad con la nacional, para enfrentar la justa lucha de los trabajadores cubanos a fin de alcanzar su total emancipación, lo cual ocurrió en 1959, al triunfar la Revolución cubana.
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