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La Cuaba

LOS CAMPESINOS DE LAS TUNAS CELEBRAN SU DÍA

Por Rafael Labrada Díaz

Los campesinos de la provincia cubana de Las Tunas celebraron su día este 17 de mayo, con el orgullo de haber efectuado un Congreso Nacional, en el cual se trazaron nuevas líneas de trabajo que redundarán en mayor volumen de producción de alimentos destinados a la población.

A ese encuentro, los pequeños agricultores no acudieron a hacer demandas de tipo alguno, pues la Revolución les garantiza todo cuanto la economía del país lo permite; ellos se reunieron para analizar la manera en que se puede alcanzar mayores resultados en las cosechas, en la extracción de leche, en la obtención de carne y en la cría de ganado mayor y menor.

El Congreso de los campesinos concluyó el 17 de mayo, fecha muy significativa para los hombres y mujeres residentes en los campos cubanos: en fecha como esa del siglo pasado, los latifundistas asesinaron al luchador agrario Niceto Pérez por el único delito de defender los intereses de sus hermanos de clase.

Un día como ese, pero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro firmó en la Sierra Maestra la primera Ley de Reforma Agraria, la cual le daba el derecho a la propiedad de la tierra a quienes la trabajaban; de esa manera se ponía fin al latifundio que se había consolidado en el país en el siglo diecinueve, cuando Cuba ere colonia de España.

Con esta ley, el Gobierno Revolucionario hacía realidad los sueños de Niceto Pérez, al garantizar la justicia social a quienes residen en la campiña, sometidos a duras condiciones de vida y de trabajo.

 Y también en fecha del 17 de mayo se constituyó la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, que agrupa a los productores encargados de laborar la tierra en las cooperativas de producción agropecuaria o en forma individual.

En Cuba, buena parte de la producción agropecuaria tiene lugar en las áreas de los campesinos, hecho que muestra una tendencia creciente con la entrega de tierras en usufructo a quienes la soliciten y tengan las condiciones para explotarla convenientemente.

Los hombres y mujeres de las zonas rurales le sacan al suelo toda la riqueza que es capaz de ofrecer, y como dueños de sus terrenos, son libres de toda forma de explotación.

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