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La Cuaba

LLUVIA EN LAS TUNAS

Por Rafael Labrada Díaz

Los pobladores de la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia del mismo nombre, situada a unos 694 kilómetros al Este de La Habana, están de pláceme, pues este domingo cayó un chubasco, después de una sequía que se había prolongado por varios meses.

No puede hablarse de un gran aguacero, pero sí de una precipitación que  interrumpe un largo período de ausencia de lluvia, el cual se hace sentir en la agricultura y la ganadería, como resultado del cambio climático, el cual provoca primaveras cortas y con relativamente escasa humedad.

Años atrás, a partir de abril y hasta el mes de noviembre, en Las Tunas llovía mucho, pero luego este régimen comenzó a cambiar y hoy es una de las provincias del país donde menos agua cae, y ello afecta la economía y el medio ambiente de la región. 

Las tierras están preparadas para sembrar viandas, hortalizas y granos, pero la falta de humedad impide la acción, porque buena parte de las áreas de labranza son de secano y donde hay regadío las presas no están en condiciones de suministrar el líquido por el bajo nivel de acumulación.

Los ganaderos sufren los efectos de la falta de precipitaciones, pues los pastizales prácticamente han desaparecido y entonces se impone la necesidad de alimentar los rebaños con el suministro de otros alimentos, los cuales no tienen la misma efectividad de la hierba.

Ello hace que la extracción de leche haya disminuido, aunque el déficit se suple con leche en polvo, pero el procedimiento resulta muy costoso porque el alimento proviene de la importación desde países muy lejanos, debido al bloqueo que
Estados Unidos mantiene sobre Cuba, desde hace más de 40 años.

De igual forma, ha mermado la producción de carne, porque la mayoría de los animales reciben comida solo para el sustento y no para cebarse, a lo cual se suman las dificultades existentes en varios lugares con el agua destinada al abasto de los rebaños, la cual se traslada desde lugares lejanos.

Estos problemas pronto comenzarán a desaparecer, pues es de esperar que las fuertes lluvias comiencen a fines del presente mes, como ha ocurrido en los últimos años, y ello significará una transformación positiva en la agricultura y la ganadería y el fin de la pesadilla que en estos momentos viven los trabajadores del sector agropecuario.    

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