LA REFORESTACIÓN ES TAREA PRIORIZADA POR LOS HABITANTES DE CUBA
Por Rafael Labrada Díaz
Los árboles constituyen una gran riqueza para el ser humano, porque brindan sombra, oxígeno, contribuyen a que llueva, proporcionan madera para diversas obras de carpintería, las hojas abonan el suelo y diversas especies ofrecen frutas de variados sabores.
Muchos tipos de plantas tienen propiedades medicinales y el hombre las utiliza para curar sus males desde tiempos muy remotos y hoy todavía se emplean con el fin de combatir disímiles dolencias con resultados satisfactorios.
Por eso, pobladores de la oriental provincia cubana de Las Tunas están enfrascados en la siembre de posturas para aumentar las áreas boscosas, pues esta provincia es una de las más desprovistas de árboles en el país.
Ello se debe por una parte a que los bosques de la localidad fueron sometidos a una explotación excesiva e indiscriminada antes del año 1959, y por otra las pocas precipitaciones que ocurren en la zona durante el año, no favorecen la supervivencia de los arbolitos recién plantados.
En esta provincia existe una empresa silvícola en cada uno de los ocho municipios que la integran, cuyos trabajadores se encargan de fomentar los viveros de posturas las que luego se siembran en los alrededores de las presas, las riveras de los arroyos y ríos y otros lugares previstos.
La tarea del fomento de bosques no solo está a cargo de los obreros de la entidad estatal, sino que también la población participa en las acciones de reforestación del territorio, en jornadas dominicales de trabajo voluntario, sobre todo ahora cuando ha existido abundancia de precipitaciones y hay suficiente humedad en el suelo.
En los últimos años, la siembra incluye posturas de árboles maderables y frutales; estos últimos, además de contribuir a sanear el medioambiente, también contribuyen a aumentar los volúmenes de alimentos para el hombre y los animales.
Entre las variedades de plantas frutales que se fomentan se encuentran: el mango, la guayaba, el anón, el níspero, la chirimoya, el coco, la ciruela, la naranja y otras especies.
En el caso de los árboles maderables se prioriza la caoba, el cedro, el roble, la majagua y la teca, ejemplares que al alcanzar su pleno desarrollo proporcionan materias primas para la fabricación de muebles, encofrados, elementos destinados a la construcción de viviendas, almacenes y muchos usos más.
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