LOS TUNEROS APRVECHAN LA ENERGÍA SOLAR PARA CONVERTIRLA EN ELECTRICIDAD
Por Rafael Labrada Díaz
En la provincia de Las Tunas, situada en el oriente cubano, vecinos de zonas rurales, a donde no llega el Sistema Electroenergético Nacional, aprovechan la energía solar para la obtención de electricidad.
Mediante la instalación de paneles solares, encargados de transformar los rayos del sol en corriente eléctrica, los pobladores de esos lugares emplean el recurso en disímiles aspectos de su vida, tales como el funcionamiento de acueductos de agua potable y televisores, vídeos y computadoras en las escuelas.
El suministro del líquido por esa vía contribuye a preservar la salud de quienes residen en la campiña, pues al no estar contaminado evita que las personas contraigan enfermedades, y por otra parte, humaniza la existencia de los moradores de esas localidades, porque reciben el agua sin necesidad de realizar el mayor esfuerzo en su búsqueda.
Al mismo tiempo, el funcionamiento de televisores, vídeos y computadoras en las escuelas, posibilita que los niños del campo dispongan de los mismos medios de enseñanza existentes en las ciudades, lo cual contribuye a formar alumnos con conocimientos similares en las zonas urbanas y rurales.
El procedimiento para obtener electricidad permite iluminar las viviendas, hecho que mejora las condiciones de vida en los campos cubanos, donde antes del triunfo de la Revolución, empleaban diferentes medios para alumbrarse en horas de la noche.
Al mismo tiempo, el aprovechamiento de la energía en esas funciones, constituye un paso importante en el propósito de proteger el medio ambiente y, además, posibilita ahorrar el combustible fósil que Cuba adquiere a altos precios en el mercado internacional.
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