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La Cuaba

ESTUDIANTES DE LAS TUNAS RINDEN TRIBUTO A JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA

ESTUDIANTES DE LAS TUNAS RINDEN TRIBUTO A JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA

Por Rafael Labrada Díaz

Los estudiantes de las universidades de la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia del mismo nombre, realizaron una caminata hasta la Plaza Martiana, ubicada en el centro de la urbe, para rendir tributo al mártir José Antonio Echeverría, al cumplirse el aniversario 57 de su asesinato.

En este sitio se efectuó un acto político-cultural, en el que se escenificó la muerte del líder estudiantil, quien tomó la emisora Radio Reloj  para dar la noticia del ajusticiamiento del tirano Fulgencio Batista, en el Palacio Presidencial, por la acción de un grupo de jóvenes que atacaron el edificio.

El dictador pudo escapar a través de una escalera situada en la parte posterior del inmueble y varios asaltantes perecieron en desigual combate contra los soldados de la dictadura, que mejor armados y en posiciones ventajosas, repelieron la agresión de los revolucionarios, quienes se batieron con valentía y arrojo frente a los enemigos del pueblo.

La misión de José Antonio Echeverría era atacar y tomar la emisora Radio Reloj para informar al pueblo sobre el ajusticiamiento de Fulgencio Batista y, al salir de la estación radial, lo atacaron los soldados de la dictadura y lo asesinaron en la calle y, de esa manera, perecía el Presidente de la Federación Universitaria de la Universidad de La Habana.

El fracaso de la acción parecía un revés, pero demostró que el pueblo estaba dispuesto a poner fin al régimen batistiano, que se había instaurado en el poder en el año 1952 mediante un golpe de estado contra el gobierno encabezado por Carlos Prío Socarrás, para terminar con lo poco que quedaba de constitucionalidad en la República.

En los momentos en que se producía el ataque al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj en La Habana, capital de Cuba, en la Sierra Maestra el Ejército Rebelde, encabezado por Fidel Castro Ruz, asestaba golpes contundentes a los soldados de la dictadura que osaban subir a esas montañas con el fin de eliminar las tropas insurrectas.

La lucha de los revolucionarios en poco tiempo se multiplicó para abarcar a varias provincias del país, hasta que el primero de enero de 1959, Fulgencio Batista decidió huir, llevando consigo a sus acólitos más cercanos y las fuerzas victoriosas del pueblo tomaron las riendas del poder para construir una nueva sociedad.  

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