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La Cuaba

EN EL ANIVERSARIO 146 DE LA ASAMBLEA DE GUÁIMARO

EN EL ANIVERSARIO 146 DE LA ASAMBLEA DE GUÁIMARO

Por Rafael Labrada Díaz

El poblado camagüeyano de Guáimaro fue escenario, el  10 de abril de 1869, de la Asamblea Constituyente de la República en Armas con Carlos Manuel de Céspedes al frente, en la cual participaron representantes de los tres departamentos de la Isla levantados en armas contra el coloniaje español: Oriente, Las Villas y el Centro como solía llamarse a la zona de Camagüey.

 La reunión respondía a dos objetivos fundamentales para el futuro de la contienda; uno era  el de unificar criterios en cuanto a cuestiones esenciales en el desarrollo de las acciones con vistas a lograr la independencia de la Patria, y el otro, darle un basamento legal a la lucha que libraban los cubanos en la manigua cubana.

De esta asamblea emergió la primera Constitución de Cuba Libre y Soberana que recogía los intereses más inmediatos de los hijos de esta Isla, dominada a la sazón por el coloniaje español, el cual mantenía una férrea opresión contra los criollos y un sistema de dominio cruel y despiadado.

Correspondió a los patriotas Ignacio Agramonte y Antonio Zambrana, ambos en su condición de abogados, la redacción del proyecto de Constitución, documento que presentaron ante los delegados en la sesión de la tarde del 10 de abril de 1869 para su análisis y discusión a fin de llegar a un consenso final.

Algunos artículos fueron objeto de profundos debates, con el propósito de lograr un acuerdo respaldado por la mayoría de los patriotas presentes para que respondieran realmente a las necesidades de la Patria en esos momentos frente al dominio peninsular en la Mayor de las Antillas.

Uno de esos artículos tenía un significado y una trascendencia especiales: todos los habitantes de la República mantienen la condición de verdaderamente independientes en los territorios liberados por los mambises, hecho que constituía  en esas zonas el fin de la esclavitud reinante en la Isla en aquellos tiempos.

Los delegados al encuentro eligieron a Carlos Manuel de Céspedes como presidente de la República en Armas, en un ambiente en que primaba entre las huestes insurrectas la decisión de mantener un frente único y pese a la existencia de algunos escollos, surgió el primer gobierno de una Cuba Libre.

Esa asamblea constituyó  una decisión importante para el fortalecimiento de la revolución y una experiencia política nunca antes disfrutada por el pueblo cubano que esperaba mucho de aquella lucha que había lanzado a la manigua a muchos patriotas en aras de conquistar la independencia de Cuba mediante el empleo de las armas.

En esta reunión, la destacada mambisa Ana Betancourt abogó por la plena igualdad de la mujer en todos los ámbitos de la vida, a partir de la importante participación que ya tenían, las féminas, al lado de los hombres,  en el desarrollo de la guerra contra el colonialismo español.

 

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